Desde que los rajás, maharajás y otros príncipes indios perdieron todo poder político con la creación de Raj Británico en 1858, su vida fue una sucesión de rituales ancestrales, extravagancias principescas y coqueteos con la cultura occidental. Si bien dichos príncipes perdieron todo su poder (más allá de asuntos religiosos o locales) conservaron sus fabulosas fortunas y durante casi un siglo sus vidas fueron un canto al esteticismo (no exento de excentricidades, claro).
Yeshwant Rao Holkar II nació en 1908 y en 1926, tras la abdicación de su padre Tukojirao Holkar III, heredó el trono del estado principesco de Indore. Educado en Oxford, Yeshwant Rao pasó gran parte de su juventud y madurez viajando por el mundo, a causa de la fascinación que sentía por la cultura occidental.
Sus antecesores, también fascinados por Occidente, construyeron de 1886 a 1921 un nuevo palacio en estilo neoclásico-Napoléon III, lo llamaron Lal Baag. Pero poco despues de ascender al trono en 1926, Yeshwant Rao quiso también dejar su huella arquitectónica y construirse su propio palacio (algo muy típico de los príncipes indios). El Manik Bagh se construyó a partir de 1930 y su arquitecto fue Eckart Muthesius. Construido en un depurado estilo racionalista, el Maharajá no reparó en gastos para decorarlo y amueblarlo con mobiliario de Émile-Jacques Ruhlmann, Eileen Gray, Marcel Breuer, los hermanos Luckhardt, Louis Sognot o Charlotte Perrind; además de esculturas de Brancussi y Le Corbusier. El Maharajá vivió en su palacio hasta su muerte en 1956, pero en 1976, cuando el gobierno indio revocó los privilegios y las pensiones de los familias principescas, los Holkar se vieron obligados a vender el Manik Bagh al gobierno, que en mayo de 1980 subastó la mayor parte del mobiliario y la decoración que quedaba en el edificio. Actualmente, el Manik Bagh, bastante depauperado, aloja la Oficina del Comisionado de la Provincia, de la Aduana y de Hacienda.
Sus antecesores, también fascinados por Occidente, construyeron de 1886 a 1921 un nuevo palacio en estilo neoclásico-Napoléon III, lo llamaron Lal Baag. Pero poco despues de ascender al trono en 1926, Yeshwant Rao quiso también dejar su huella arquitectónica y construirse su propio palacio (algo muy típico de los príncipes indios). El Manik Bagh se construyó a partir de 1930 y su arquitecto fue Eckart Muthesius. Construido en un depurado estilo racionalista, el Maharajá no reparó en gastos para decorarlo y amueblarlo con mobiliario de Émile-Jacques Ruhlmann, Eileen Gray, Marcel Breuer, los hermanos Luckhardt, Louis Sognot o Charlotte Perrind; además de esculturas de Brancussi y Le Corbusier. El Maharajá vivió en su palacio hasta su muerte en 1956, pero en 1976, cuando el gobierno indio revocó los privilegios y las pensiones de los familias principescas, los Holkar se vieron obligados a vender el Manik Bagh al gobierno, que en mayo de 1980 subastó la mayor parte del mobiliario y la decoración que quedaba en el edificio. Actualmente, el Manik Bagh, bastante depauperado, aloja la Oficina del Comisionado de la Provincia, de la Aduana y de Hacienda.
Retrato de Yeshwant Rao Holkar II, Maharajá de Indore, en traje de corte (1934)
de Bernard Boutet de Monvel.
Retrato de Yeshwant Rao Holkar II, Maharajá de Indore, vestido a la occidental (1929)
de Bernard Boutet de Monvel.
© 2011 Artists Rights
Society (ARS), New York/ADAGP, Paris.
Retrato fotográfico de Yeshwant Rao Holkar II y su esposa Sanyogita Devi (1930)
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