Para muchos zares seguramente sería un gran alago que San Petersburgo, que
en su origen fue un lugar pantanoso y con poca luz, pudiera ser confundida con
Paris y que su recién creada pero fastuosa corte pudiera ser tomada por la
sofisticada y ancestral corte de Francia.
Bien, pues existe una pintura, no muy célebre, pero que se inscribe en el
exquisito género de representaciones de interiores de grandes palacios y de
celebraciones cortesanas que tuvo tanto éxito en el siglo XIX, que es víctima
de dicha confusión.
El Barón Atthalin o Attalin (1784-1856), un militar que sirvió a los distintos regímenes que se sucedieron en la Francia de la primera mitad del siglo XIX, fue además pintor.
Hacia la década de 1830 pintó una de sus pocas obras conocidas Banquete en las Tuileries para celebrar la boda de Léopold I, obra de la que tratamos hoy.
Feast at the Tuileries to Celebrate the Marriage of Leopold I |
En primer lugar, el Palais des Tuileries fue la residencia de todos los
monarcas que reinaron en la Francia de siglo XIX, pero incendiado por la Comuna
de Paris en 1871 fue demolido años más tarde por la vengativa Tercera República deseosa
de borrar aquel incómodo símbolo de la monarquía. A pesar de lo fastuosa que
fue dicha residencia ninguna sala se asemeja a la representada en la pintura,
el salón más amplio, la Galerie de la Paix,
difiere claramente en la articulación del lenguaje clásico, más recargado e
historicista que el de la pintura.
El complejo Louvre-Tuileries hacia 1857. Las Tuileries son el edificio alargado del primer plano, detrás aparece el Louvre, sin la pirámide, claro. |
La Galerie de la Paix del Palais des Tuileries, foto tomada antes del incendio de 1871. |
En segundo lugar, la boda entre Léopold I, Rey de los Belgas, y la princesa
Marie-Amélie d’Orléans, hija del Louis-Philippe I, Rey de Francia, se celebró
en el palacio de la Compiègne, situado a varios kilómetros al norte de Paris.
Por supuesto, ninguna estancia de dicho palacio corresponde con la amplia sala
columnada representada en la pintura.
Bien se podría pensar que el cuadro representa algún tipo de construcción provisoria
hecha para acoger a los invitados (la arquitectura efímera fue muy espectacular
hasta el siglo XX) o que incluso es una estancia del antiguo palacio real de Bruselas
o del castillo de Laeken.
No obstante, la elegante y serena arquitectura neoclásica de la pintura
parece evocar, más bien, una construcción del centro o norte de Europa. Bien,
pues resulta sin duda sorprendente el parecido entre nuestra sala misteriosa y
el Salón Nicolás del Palacio de Invierno de San Peterburgo representado en una
magnifica acuarela de Konstantin Andreyevich Ukhtomsky y construido a finales
del siglo XVIII por Giacomo Quarenghi.
The Nicholas Hall, Winter Palace (1866) |
Ciertamente se podrá decir que los detalles decorativos no son los mismos,
pero nos olvidaríamos que en 1837 el Palacio de Invierno sufrió un pavoroso
incendio y que Vasily Stasov reconstruyó las estancias de ceremonia con algunos
cambios en la decoración y en la distribución. Si observamos detalladamente la
pared del fondo de la sala en la pintura de Atthalin y en la acuarela de
Ukhtomsky veremos que hay una ligera diferencia, en una hay un pórtico de cuatro
columnas y dos pilastras y en la otra las columnas están adosadas al muro. Pero
si buscamos los planos anteriores al incendio de 1837 veremos que el Salón Nicolás
poseía originariamente pórticos en ambos extremos.
Piano nobile del Palacio de Invierno hacia 1809, antes de incendio de 1837. El rectángulo azul marca el Salón Nicolás. |
Por otro lado, también resulta interesante comparar la librea roja que
visten los sirvientes en la obra de Atthalin con dos acuarelas que Mihály Zichy
pintó de distintas celebraciones de la corte imperial rusa. En ellas veremos
que las libreas rojas con ribetes dorados son prácticamente idénticas a las de
la pintura desubicada.
Cena en el Salón de Conciertos del Palacio de Invierno para conmemorar la visita del káiser Wilhelm I. |
Cena en el Palacio de las Facetas del Kremlin de Moscú. |
Ciertamente todas esta pruebas podrán convencer o no al lector, pero más allá
de la anécdota, todo ello nos muestra que, una vez más, aunque Internet sea
una magnifica herramienta que permite acceder de forma fácil y rápida a muchísima
información, también es (demasiado) frecuente que las citas inexactas se vayan repitiendo sin que nadie las cuestione.
De lo que llevo visto hasta ahora, todo es interesantísimo; y esto en particular. Enhorabuena.
ResponderEliminar¡¡Agradezco mucho su comentario!! Un placer que mis posts le resulten interesantes y entretenidos ;)
EliminarAtentamente,
Anatoli
EliminarI live in St. Petersburg. I am well-known history of the Winter Palace. I agree with your conclusions. In support of this you can see here, this figure of the late 18th century:
http://fotki.yandex.ru/next/users/wise-cat/album/162984/view/1602071?page=7
http://www.encspb.ru/object/2804019389?dv=2853931022&lc=ru
Hello Anatoli,
EliminarI'm glad you agree with my theory and many thanks for your links and the wonderful painting that I had never seen before.
Thanks again :)