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martes, 19 de enero de 2016

Precisiones y reflexiones sobre el Descubrimiento y Conquista de América.



a Laura,


- los eventos de 1492 fueron un hecho fundamental en la historia europea y universal, y cambiaron no solo la percepción geográfica sino también metafísica del mundo.
- el mundo finito y antropocéntrico pasó a ser infinito e infinitamente más aterrador.
- el hombre dejó de ser el centro del mundo para convertirse en un ínfima parte de él (en estas líneas seguirían las teorías de Copérnico y Galileo).
- en el mismo siglo XV también fue trascendental la toma de Constantinopla en 1453 por el Imperio Otomano, y nadie parece sentir pena por los pobres bizantinos.
- se habla de “descubrimiento” porque la historia universal es euro céntrica y la cultura dominante fue la europea hasta la Primera Guerra Mundial.
- se habla de “descubrimiento” porque los europeos llegaron antes; si hubiera sido al revés (los americanos llegando a Europa) ¿se llamaría el “Descubrimiento de Europa”?
- fue uno de los hechos más importantes de la historia de Castilla/España/Monarquía Hispánica, y marcó su ascenso a la categoría de primera potencia mundial.
- otros hechos parecidos, esencialmente de carácter militar, marcaron el ascenso de las sucesivas potencias mundiales, incluido Estados Unidos en 1945 con Hiroshima y Nagasaki.
- la Conquista marcó el inicio del primer imperio global de la Edad Moderna, luego vendrían el imperio portugués, holandés, francés e inglés.
- en el siglo XIX se añadirían los rusos, los alemanes, los italianos, los japoneses y finalmente los americanos.
- ninguno de estos imperios existe oficialmente en la actualidad.


- se entiende por colonizar: la conquista militar, la dominación política y el espolio de recursos.
- se entiende por genocidio: la eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia o religión.
- la Conquista no fue un genocidio: primero porque no era su objetivo, segundo porque es evidente que las razas indígenas americanas (y parte de su cultura) aún persisten.
- la Conquista de América por todas las potencias europeas sí que fue un acto de colonización.
- una colonización casi siempre implica importantes masacres entre los que se resisten, como las que perpetraron los neerlandeses en la Guerra de Java (1825-1830) o los británicos en la Guerra de los Boers (1899-1902).
- en el caso de la Conquista de América existe el debate sobre qué produjo más bajas, si las armas o las enfermedades que trajeron los colonizadores y contra los que los indígenas no estaban inmunizados.
- los objetivos de la colonización fueron: el prestigio internacional, la evangelización/civilización de los pueblos indígenas y adquisición de recursos.
- la Evangelización fue un elemento fundamental en la Conquista, la generalizada práctica de los sacrificios humanos rituales no debió ofrecer una visión muy halagüeña de las religiones autóctonas indígenas, a las que fácilmente se tildó de satánicas.
- es importante remarcar el “choque cultural”.
- aún en la actualidad, las culturas precolombinas resultan fascinantes y a la vez aterradoras.


- las Leyes de Indias y la bula Sublimus Dei (1537) del papa Paolo III prohibieron expresamente que los indígenas fueran esclavizados por colonos u otros indígenas.
- no siempre estas normas fueron cumplidas por los administradores coloniales.
- pronto se decidió importar esclavos de África pasa suplir la falta de mano de obra india, propuesta apoyada, entre muchos otros, por el célebre fray Bartolomé de Las Casas.
- en Reino Unido la esclavitud se abolió en 1808 (comercio de esclavos) y 1833 (esclavitud).
- en Francia se abolió en 1815 (comercio de esclavos) y 1848 (esclavitud).
- en Estados Unidos se abolió en Vermont en 1770 y en la totalidad del país en 1865.
- en España se abolió en 1835 (comercio de esclavos) y 1837 (esclavitud), disposiciones contra la esclavitud ya se recogían en la Constitución de Cádiz de 1812.
- en los nuevos estados independientes latinoamericanos se abolió en Chile en 1823, en Méjico en 1824, en Bolivia en 1831, en Colombia en 1851, en Argentina en 1853, en Venezuela y Perú en 1854…
- la esclavitud se abolió en Puerto Rico y Cuba (últimas colonias españolas) en 1873 y 1886, la causa de este “retraso” hay que buscarlo en los importantísima influencia que tuvieron los lobbies industriales en la metrópolis.
- el último estado que la abolió (en América) fue Brasil en 1888, esta disposición fue una de las causas de la caída de la monarquía en el año siguiente, ya que perdió el apoyo de los grandes terratenientes.


- los principales minerales extraídos de América fueron el oro y la plata.
- se argumentará que el Escorial fue construido con el oro expoliado de América, sin duda.
- con el mismo oro las culturas indígenas no construyeron escuelas para niños y residencias para ancianos, sino desmesurados templos para adorar a sus dioses.
- en el Escorial no se realizaban sacrificios humanos, en muchos templos precolombinos sí.
- los líderes indígenas se hicieron enterrar con fastuosos ajuares de oro.
- las culturas indígenas no vivían en una arcadia democrática cuando llegaron los Conquistadores.
- las sociedades precolombinas fueron en su mayoría estados teocráticos y/o monarquías absolutas.
- aparte de los sacrificios humanos, en algunas sociedades precolombinas también se permitía la esclavitud.
- a pesar sus innegables avances en ciencia e ingeniería el Imperio Azteca fue especialmente conocido por la crueldad con la que conquistó y anexionó a pueblos vecinos.
- dichos pueblos ayudaron más tarde a los Conquistadores a derrotar al Imperio Azteca.


- Cristóbal Colón no fue un genocida.
- Cristóbal Colón fue un colonizador.
- Cristóbal Colón fue un explorador y “emprendedor” genovés al servicio de la Corona Castellano-aragonesa.
- Cristóbal Colón no buscaba fabulosas riquezas, a priori, sino una nueva ruta hacia las Indias.
- sin embargo, exigió a los Reyes Católicos la posesión de aquel lugar donde desembarcara (títulos de virrey y gobernador) y la décima parte de las riquezas obtenidas.
- seguramente pensaba fundar un nuevo enclave comercial y especular con el valor de la tierra y el cobro de impuestos.
- todo esto queda recogido en las famosas “Capitulaciones de Santa Fe”.
- Colón, al final de su tercer viaje fue denunciado por su mala gestión en isla La Española (de la que era gobernador) y detenido y enviado encadenado de vuelta a España.
- la reina Isabel la Católica lo perdonó, pero Colón perdió todos sus cargos y privilegios.


- el Día de la Raza (12 de octubre) se instauró en 1914 (siendo "fiesta nacional" desde 1918), su creación fue apoyada por la comunidad argentina en España.
- en Argentina se instauró en 1917, por el presidente de izquierdas Hipólito Yrigoyen.
- por raza no se entiende “raza española” que no existe, sino una “raza iberoamericana” mezcla de pueblos y culturas.
- fue la cultura anglosajona dominante en Norteamérica la que, a partir de la famosa Doctrina Monroe, quiso ver en la festividad un carácter racista y purista.
- Simón Bolívar dijo que él no era “ni español ni indio, sino americano”.


- Rubén Darío en su Oda a Roosevelt describió a América como:

la América del gran Moctezuma, del Inca,
la América fragante de Cristóbal Colón,
la América católica, la América española,
la América en que dijo el noble Guatemoc:
«Yo no estoy en un lecho de rosas»; esa América
que tiembla de huracanes y que vive de Amor,
hombres de ojos sajones y alma bárbara, vive.
Y sueña. Y ama, y vibra; y es la hija del Sol.

lunes, 9 de junio de 2014

Los mitos del Castillo de Drácula (primera parte).


Hace unos meses apareció en los periódicos la curiosa noticia sobre la venta del “castillo de Drácula”. Se trataba evidentemente de una técnica publicitaria, pues los artículos hacían referencia al Castelul Bran (Castillo de Bran) en Rumanía, que usualmente se ha identificando como el edificio que inspiró al irlandés Bram Stoker para describir la residencia del protagonista de la magna obra Dracula (1897). Difícil, pues se sabe que Stoker nunca visitó Rumanía. Algunos, no obstante, han preferido argumentar que Bran sirvió de modelo para el castillo de Drácula porque fue residencia y propiedad de Vlad III Dracula, Príncipe de Valaquia, conocido como Vlad “Tepes” (Vlad “el Empalador”) que perece ser que inspiró al Conde Drácula de la novela.
La "tétrica" silueta emerge entre los bosques del sur de Transilvania.

Sea como sea, lo cierto es que cada año miles de turistas visitan el Castillo de Bran bajo el reclamo simplón de que es “el Castillo de Drácula”, en él esperan encontrar historias macabras, supersticiones, interiores tétricos y una bonita tienda de souvenirs. Los historiadores sabemos, no obstante, que entre los tópicos que se venden al turismo de masa y la realidad histórica suele haber un abismo. Veamos, pues, la verdadera historia del Castillo de Bran y de su célebre propietario.
Sofisticado sistema de iluminación nocturna para darle un aire más fantasmagórico.

La historia del castillo de Bran empezó en 1377, ese año Lajos I de Anjou, Rey de Hungría, decidió construir una fortaleza encima del promontorio rocoso de Bran, las razones eran militares y económicas. En primer lugar el Imperio Otomano empezaba a amenazar la frontera sureste del reino y en segundo lugar, por la Garganta de Bran pasaba la más importante ruta comercial que unía Valaquia (sur) con Transilvania (norte). La protección de dicha ruta comercial implicaba, además, el cobro de nuevos impuestos y aduanas, con lo que la nueva guarnición de Bran podía ser en el fondo muy lucrativa. Pronto se constituyó un mayorazgo para el castillo, que incluía once pueblos, y se nombró a un señor, que pasó a ejercer las funciones del Rey en la región y, muy importante, a recibir un 3% del cobro de los impuestos.
Europa a inicios del siglo XV, Transilvania se encuentra justo al norte de Valaquia y por aquel entonces formaba parte del Reino de Hungría.

A finales del siglo XIV, el Rey de Hungría cedió Bran al Príncipe de Valaquia, con la intención de que bajo su control pudiera ejercer una resistencia más eficiente contra el invasor otomano. No obstante, parece ser que los constantes abusos de poder de los señores feudales favorecieron que el rey Zisgmond I otorgara la propiedad al Príncipe de Transilvania en 1419. Mientras tanto Valaquia sucumbía al poderío turco y en 1417 aceptaba convertirse en un estado vasallo del Imperio Otomano.

Décadas más tarde, Valaquia se hallaba sumida en una guerra civil que enfrentaba a las familias rivales Daneshti y Draculeshti (que quería decir “del dragón”). En agosto de 1456, el entonces príncipe Vladislav II Daneshti murió a manos de su rival Vlad III Dracul, que se proclamó nuevo príncipe e inició su reinado (1456-1462). Vlad III, que la historia apodaría Vlad “el Empalador” por su afición a empalar a sus enemigos y prisioneros (que hasta entonces no había sido una técnica de ejecución muy popular), fue un gobernante sin escrúpulos aunque hábil. Luchó ferozmente contra las tropas otomanas en un intento por recuperar la completa independencia de su principado, también tuvo que enfrentarse a su vecino del norte, el Príncipe de Transilvania, y a las cambiantes alianzas del Rey de Hungría. Asimismo, llevó a cabo una auténtica purga contra los boyardos (nobles), a los que acusaba de cuestionar su poder y sus prerrogativas, de empobrecer al país con sus continuas luchas internas y de haber traicionado a su padre Vlad II en 1442, cosa que había obligado al joven príncipe a tener que exiliarse a Edirne.
El Principado de Valaquia durante el reinado de Vlad III. Bran se encuentra en la zona central de la frontera norte.

Las crónicas nos has dejado la imagen de un personaje sanguinario, aunque son fuentes, como en el caso de los emperadores romanos, excesivamente parciales. Se dice que el propio sultán Mehmed II, que también tenía fama de sanguinario, quedó conmocionado al ver cerca de 20.000 turcos empalados fuera de las murallas de Targovishte, la capital de Vlad. Es difícil saber hasta qué punto las sanguinarias historias son ciertas, aunque el uso metódico del terror mezclado con la crueldad irracional fueron ampliamente usados como sistema de control por distintos gobernantes a lo largo de toda la Edad Media.
Copia de un supuesto retrato de Vlad III que se halla en la famosa colección de los Habsburgo en el Schloss Ambras.

La "prensa" germana fue especialmente activa narrando los barbaridades de Vlad "el Empalador"; aún se nos escapa el porqué.

De Vlad III se suelen obviar, sin embargo, sus actividades constructoras, se sabe que financió la construcción de numerosas iglesias y monasterios, que mejoró la red de caminos para favorecer el comercio y que se aseguró de establecer una administración más eficiente y menos clientelar y de disminuir el crimen y la inseguridad.

¿Y qué tiene que ver todo esto con el castillo de Bran? Pues poco, la verdad. Al estar Bran cerca de la frontera entre Valaquia y Transilvania fue objeto de serias disputas. En 1459, los sajones de Transilvania exigieron un aumento de las tasas comerciales y, además, empezaron a apoyar al rival de Vlad III en el trono valaquio. En el invierno de ese año, las tropas de Vlad cruzaron la Garganta de Bran rumbo hacia la floreciente ciudad comercial de Brasov (unos kilómetros más al norte, aunque en territorio transilvano), allí quemaron los suburbios y la vieja iglesia de San Bartolomé y empalaron a varios centenares de sajones transilvanos. Si Vlad “el Empalador” llegó a residir o siquiera a poner un pie en el castillo de Bran ya es cosa de nuestra imaginación.

No obstante, el turista o la cultura popular suelen olvidar los auténticos restos pétreos que aún permanecen en pie y que se pueden conectar con la vida de Vlad III. En su capital de Targovishte, se pueden ver las ruinas de su palacio, un complejo de edificios que contenía varias capillas y un gran salón de banquetes, pero es poco espectacular. El auténtico castillo (o quizás mejor, fortaleza) de Vlad “el Empalador” se encuentra en Poenari, la fortaleza se construyó en un escarpado promontorio encima del valle del rio Argesh y fue una elaboradísima obra de ingeniería, aunque, una vez más, de ella solo quedan las ruinas.
Ruinas de la Fortaleza de Poenari, también visitada, aunque mucho menos que Bran, por los aficionados al turismo vampírico.

El final de Vlad llegó en 1462. Viajó hasta Budapest para pedir al rey Mátyás I de Hungría dinero para financiar sus continuas campañas, pero ignorante de la compleja política a nivel internacional y del carácter maquiavélico del Rey, fue enviado al calabozo, de él salió en 1476 tras convencer al Rey de que recuperar el trono sería bueno para contener a los otomanos. Pero su último reinado fue corto, a finales de ese mismo año fue capturado y ejecutado en las afueras de Bucarest por hombres del Sultán con la complicidad de su rival Basarab III de Valaquia.

Mientras tanto la historia de Bran siguió su curso, en 1498, el castillo (y su derecho cobrar impuestos) fue adquirido por los boyardos de Brasov; las relaciones entre la ciudad y el castillo y sus siervos fueron a veces tensas y las revueltas por los abusos de poder fueron frecuentes. Asimismo, también fueron frecuentes los encontronazos entre la ciudad de Brasov y el Príncipe de Transilvania por la propiedad del castillo de Bran, no obstante, es cierto que la relación Brasov-Bran fue económicamente muy productiva.

Paralelamente, el Reino de Hungría sucumbía ante el poderío otomano, la Batalla de Mohács (1526) selló de destino de Hungría, que fue incorporada el Imperio Otomano. A pesar, de ello, tanto Transilvania como Valaquia (que se habían convertido en estados vasallos con anterioridad) conservaron en gran parte su autonomía y sus instituciones.
El Imperio Otomano dueño de los Balcanes a mediados del siglo XVII. Transilvania y Valaquia rodeadas de los distintos eyalatos (provincias) otomanas. El punto rojo indica la localización aproximada de Bran.

Al estar situado en la frontera entre Valaquia y Transilvania, Bran fue a veces protagonista en las frecuentes luchas que enfrentaron a los príncipes de ambas regiones entre ellos y contra los húngaros o los otomanos. Numerosas escaramuzas tuvieron lugar en Bran, sin ser ninguna de ellas relevante. Bran cambió frecuentemente de bando, en función de los intereses comerciales de la villa de Brasov, y, en varias, ocasiones el castillo y su propiedad fueron confiscados ya fuera por necesidades militares o como castigo por las “malas alianzas” de la ciudad. La cesión definitiva del castillo a la villa de Brasov no se produjo hasta que, en 1651, Gheorghe Rákóczy, Príncipe de Transilvania, firmó un documento al respecto. Progresivamente el castillo fue adquiriendo una labor más administrativa y menos militar.

El desquite contra los otomanos no vino hasta finales del siglo XVII, bajo el liderazgo del famoso general, el príncipe Eugen von Saboyen. Después de que los turcos fracasaran en su asedio a Viena en 1683, Leopold I de Habsburgo, Sacro Emperador Germano, le encargó que recuperara Hungría. En 1686, se recuperó Buda (futura Budapest) y en 1697, la derrota turca en la Batalla de Zenta permitió recuperar el Principado de Transilvania (y Brasov y Bran). Transilvania se integró en el Reino de Hungría, que a su vez lo hizo en las posesiones de la Casa de los Habsburgo o Monarquía Habsbúrgica, pero con el llamado “Leopoldine Diploma”, el emperador reconoció todos los privilegios e instituciones transilvanas.
Europa a inicios del siglo XVIII, con los Habsburgo dueños de Hungría y Transilvania.

A partir de entonces, muchas de las ciudades y lugares usaron sus nombres alemanes como Kronstadt/Brasov, Törzburg/Bran, o la capital de Transilvania, Sibiu, que fue conocida como Hermannstadt.
Pocas cosas ocurrieron en Törzburg/Bran hasta 1836, en ese año, la frontera con el Imperio Otomano fue movida más hacia el sur, montañas arriba; y la aduana se trasladó a Fundata. En 1836, se sabe que alrededor del castillo existía el edificio de la aduna y sus oficinas, una posada, una capilla, una oficina de correos y una pequeño jardín para el castellano.
Bran en un gravado de mediados del siglo XIX.

Postal fotográfica de Bran con su nombre en alemán, Törzburg, finales del siglo XIX.

Mientras tanto, la función militar del castillo se había quedado obsoleta, la Monarquía Habsbúrgica, convertida en Imperio Austríaco en 1804, había pasado de la defensa al ataque y con el Imperio Otomano en decadencia, la fortaleza de Bran parecía ahora irrelevante. Pero la turbulenta región de los Balcanes evolucionaba. Las antaño etnias del Imperio Otomano proclamaron una tras otra su independencia y como no se aguantaban entre ellas se disputaron  frecuentemente el territorio. En 1866 se fundó el Principado de Rumanía (unión de Valaquia y Moldavia), que en 1881 se transformó en reino.

Durante la Guerra Ruso-Turca (1877-1878) se escribió la última página de la historia militar de Bran; aunque Austria permaneció neutral, desconfiaba de las intenciones de Rumanía que reclamaba Transilvania como parte de su territorio “nacional”.  Austria no pensaba satisfacer dichas reclamaciones y ordenó preparar sus fortalezas de la frontera. El ejercito “alquiló temporalmente” la fortaleza y procedió a preparar sus defensas; con los muros gruesos y firmes no había problema, pero como la fortaleza podía ser bombardeada desde posiciones más elevadas se decidió reparar los techos, cuyas goteras ya habían deteriorado seriamente algunas de las edificaciones. A causa de problemas burocráticos y financieros las reparaciones no se llevaron a cabo hasta 1883-1886. Dos años después el ejército “devolvió” el castillo de Bran a la ciudad de Brasov y en él se instalaron los guardabosques y también se adecuaron algunas estancias para almacenar verduras.
El Imperio Austro-húngaro a finales del siglo XIX, Kronstadt/Brasov se encuentra en el extremo oriental. Para la mayoría de los europeos "la civilización" terminaba en Budapest, más allá se extendían amplias llanuras y angostos valles repletos de supersticiones y gente con extrañas tradiciones.

Convertido en poco más que un almacén, al "tétrico" castillo de Bran le faltaban solo unos años, sin embargo, para pasar a la Historia. En 1897, Bram Stoker publicó Dracula.

viernes, 25 de abril de 2014

Bizancio y Dolce & Gabbana II


Para no sobrecargar de fotografías el post anterior, dejé para éste las fotografías de detalles, complementos y acabados, que, aunque son pura bisutería, no tienen nada que envidiar a las auténticas, y escasas, joyas bizantinas preservadas.
Corona de San István I de Hungría (siglo XI).

Gorro de Monomakhos (siglo XV).

Corona de Kazán (siglo XVI).
















jueves, 24 de abril de 2014

Bizancio y Dolce & Gabbana

DOLCE & GABBANA Prêt-â-porter AUTUMN/WINTER 2013.

Debo confesar que nunca he sido un gran apasionado del legendario Imperio Bizantino, quizás porque comparada con su hermana mayor, la Roma Antigua, los restos que tenemos del Bizancio son escasos. Cierto que tenemos Hagia Sophia, Chora y Hosios Loukas y sus magníficos mosaicos; pero la verdad es que sus fachadas y su arquitectura son más bien pobres; a excepción de Hagia Sophia, claro, aunque tengo la sensación que cada vez que la restauran la dejan más hecha caldo. Dicho eso, también tengo que reconocer que, a pesar de cierta escasez material, es inevitable evocar el Imperio Bizantino como una sucesión de relucientes mosaicos dorados, de espesas nubes de incienso y de centelleantes joyas.
Duomo di Monreale.

Cappella Palatina en el Palazzo dei Normanni de Palermo.

Por lo tanto, tarde o temprano tenía que dedicar un post a la inigualable colección Otoño-Invierno 2013 de Dolce & Gabbana. Inspirada en los espectaculares mosaicos del Duomo di Monreale y de la Cappella Palatina de Palermo (dos de los mejores ejemplos de arquitectura bizantina fuera de Constantinopla), mezcla también las influencias del barroco italo-español y sus elaborados tejidos de encaje y grandes cruces enjoyadas, del corte de bañadores y abrigos años 50-60 y, evidentemente, de vestidos ajustados que resaltan las curvas femeninas como las de Sophia Loren o Monicca Bellucci.