El rey Louis XVI fue ante todo un erudito y un científico amateur, su interés por colocar a Francia a la cabeza de las innovaciones científicas y técnicas solo se vio truncado por la crisis financiera y por la Revolución. Louis XVI fue el rey mas “científico” y docto de la trilogía de reyes versallescos, un ejemplo: al ascender al trono en 1774, la primera obra que encargó fue la creación de una amplia y luminosa biblioteca personal en sus apartamentos privados, un lugar donde pudiera leer con clama y en reposo su vasta colección de clásicos griegos y latinos; otro ejemplo: en 1792, cuando la Familia Real fue detenida y llevada al Temple lo primero que pidió el rey fue que si se le podía traer su colección de libros. En Versailles, Louis XVI tenía su biblioteca principal, dos anexos, una biblioteca de consulta en la buhardilla y una galería con planos y mapas. Además, en los vastos y laberínticos aposentos privados del palacio, el rey había instalado un laboratorio de química, uno de física donde experimentaba con la electricidad, un gabinete de artillería para estudiar nuevos fusiles y cañones, dos gabinetes para trabajar con sus cinco tornos de carpintería, una forja, un gabinete para trabajos de ebanistería/carpintería y otro para los de cerrajería.
Bibliothèque de Louis XVI à Versailles. RMN Photo.
Louis XVI, a pesar de que sólo vio el mar una vez, era además un apasionado conocedor de la náutica y de la Marine Royale, que intentó desarrollar siguiendo el modelo de la Royal Navy. Parece ser que sus gabinetes de Versailles estaban llenos de maquetas de barcos y la construcción del puerto de Cherbourg puede considerarse, además, como una de las grandes realizaciones de su reinado.
Al rey también le cautivaba la cartografía, llegando a calcular y a corregir personalmente los mapas. Su interés por conocer el mundo y rectificar los atlas le llevó a impulsar la famosa expedición de La Pérouse (1785-1788).
Monsiau, Nicolas André - Louis XVI donnant ses instructions a La Pérouse pour son voyage d'exploration autour du monde, avec le Ministre de la Marine, le Marquis de Castries, 29 de juin de 1785.
Pero el interés por la ciencia y la técnica de Louis XVI no debe entenderse solamente como un hobbie personal o como una actividad propagandística, sino que había también en todas sus iniciativas un componente social, el rey quería que la mejora de la calidad de vida fuera una de las líneas que definieran su reinado. Probablemente, si Louis XVI hubiera muerto en 1789, hoy se le consideraría como uno de les grandes monarcas ilustrados de Europa, pero cuatro años de revolución arrollaron a quince de gobierno. Un claro ejemplo de la voluntad de mejorar la sociedad a través de la ciencia (aunque los otros ejemplos también deben leerse en esta clave) fue la Bergerie Royale (algo así como el Real Corral). En 1783, el rey adquirió el castillo de Rambouillet, que situado al lado de un extenso bosque era ideal para practicar la caza (otra gran pasión del monarca). Así pues, también interesado en la agronomía y la zootécnica, decidió crear en 1784 una granja experimental. La voluntad del rey era buscar animales genéticamente superiores que se adaptaran al clima francés, se reprodujeran y ofrecieran mejores productos; se empezó con ovejas merinas cuya lana era de elevadísima calidad y luego se continuó con vacas suizas, carneros africanos, cabras angora, muflones, etc.
Pero el logro más célebre de reinado de Louis XVI fue la elevación del primer globo aerostático, llamado en francés montgolfière en honor a sus inventores Joseph-Michel y Jacques-Etienne Montgolfier. El rey siguió de cerca el desarrollo de los experimentos y el 19 de setiembre de 1783 permitió que la presentación oficial del invento se hiciera en el patio del mismísimo palacio de Versailles ante toda la Corte. El globo, que llevaba un enorme dibujo con el monograma real, se mantuvo en el aire 8 minutos, se elevó 500 metros y recorrió 3.5 kilómetros. El experimento fue un éxito que dio la vuelta al mundo y meses más tarde (el 21 de noviembre) el rey también hospedó (esta vez en el castillo de la Muette) el primer vuelo con humanos de la historia. El físico Jean-François Pilâtre de Rozier y el Marqués de Arlandes, aventurero y militar, fueron los primeros seres humanos en elevarse casi 1000 metros y recorrer 9 kilómetros cruzando Paris durante 25 minutos.
Elevación del primer montgolfière en el patio del palacio de Versailles el 19 de setiembre de 1783.
Creo que todo esto aclara bastante
bien la “estupidez” del rey. En primer lugar, Louis XVI fue uno de los reyes más
eruditos y científica y técnicamente inquietos de la historia francesa; grandes
personajes como François I (1515-1547), Henri IV (1589-1610) o Napoleón I (1804-1815)
quedarían muy por detrás de él. En segundo lugar si su gobierno acabó en desastre
no debe achacarse a él toda la culpa, pues de ningún modo el absolutismo de
Louis XVI puede compararse el de sus antecesores. Louis XIV creía firmemente
que el poder sagrado que Dios le había otorgado era para convertir a Francia en
la primera potencia mundial y a él en el rey más glorioso de la Tierra; por el
contrario, Louis XVI tenían el firme convencimiento de que su sino era
modernizar Francia y mejorar la vida de los desamparados.
No obstante, el Rey, aunque dotado
de buenas intenciones, no destacó nunca ni por la firmeza de su carácter ni por
su rapidez en tomar decisiones. Los sucesivos y fracasados intentos reformitas
agudizaron unos conflictos que Louis XVI no pudo ni supo controlar y que se llevarían por delante el Ancien Régime.
La Historia, a veces cruelmente irónica,
parece que dio a Louis XVI las cualidades y la voluntad de un monarca ilustrado
y reformista, al mismo tiempo que le convirtió en el protagonista y espectador
de la desintegración de todo su mundo.
Ejecución de Louis XVI el 21 de enero de 1793, en la Place de la Révolution (ex-Place Louis XV, nótese el pedestal donde estaba la estatua de este monarca).